miércoles, 15 de abril de 2020

FRANÇOIS JULLIEN : LO UNIVERSAL, LO UNIFORME, LO COMÚN Y EL DIÁLOGO DE CIVILIZACIONES



Escrito por Luis Roca Jusmet

  François Jullien entra también en una problemática más amplia, que es la de la posibilidad de un universal cultural. 
  Plantea una interrelación entre lo común, lo uniforme y lo universal que resulta sugerente pero que enmaraña mucho la pregunta central que es si es posible y deseable un universalismo cultural. La elaboración es potente y abre muchas puertas en la búsqueda de una salida entre el relativismo y el universalismo eurocéntrico. Pero me parece que para desarrollar una línea crítica consistente Jullien falla en una cuestión fundamental, que es la de diferenciar los niveles universal, particular y singular. Lo que hace Jullien, como la mayoría, es contraponer lo universal a lo particular. El problema es que en este particular se confunden lo que pertenece al grupo y lo que pertenece al individuo. La primera referencia de la universalidad es para Jullien el concepto, lo cual es correcto de entrada, ya que el concepto nos abre a la universalidad humana. Cuando Sócrates plantea que saber que es un hombre es saber definir lo universal, lo que es común a todos los individuos que se incluyen en el concepto, nos da efectivamente la clave para encontrar lo que nos hace humanos. Si sabemos lo que nos hace humanos podemos definir y defender este universal cultural que buscamos. Pero cuando Jullien se centra en la cultura, como hace ¿ De que habla ? No, efectivamente, de este universal cultural sino de culturas particulares. Aunque él mismo reconoce que estas identidades culturales no son homogéneas sino heterogéneas lo hace hasta cierto punto ( la crítica de Jean-François Billeter va en este sentido). Hasta cierto punto porque no lo lleva a las últimas consecuencias, que es que la única identidad real es la singular. Es decir, no se trata de decir que en un grupo con una identidad cultural haya diferencias internas sino en afirmar que lo único real son los individuos que conforman este grupo y que la identidad cultural es una convención, aunque pueda basarse en propiedades reales. Cuando hablamos de los europeos o de los chinos estamos hablando de conjuntos que tienen algunos elementos culturales comunes ( y raciales, no hay que temer a la palabra) pero que no son grupos reales homogéneos y diferentes. Dicho de otra manera : un chino concreto puede tener más en común con un europeo concreto que con otro chino.
El dar tanta consistencia real a las identidades culturales de grupo ( que son particulares) y confrontarlas con lo universal hace que olvide las singularidades de los individuos vivos que somos la única base para construir cualquier universalidad. Constuir un universal cultural a partir de las culturas particulares es imposible, como el mismo Jullien reconoce.

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